Lo que más se tardó

Tarde es ese sinónimo de frustración; no existe un hecho que se emplee con tardanza sin terminar en algún reproche, todas las personas suelen culpar al destino, otros critican a Dios, mientras que yo… Apunto al ser humano.

La costumbre siempre nos lleva a decir que lo último es lo mejor, también afirmamos que ojalá eso se hubiese presentado con anterioridad; veamos tanta charla desde un punto más emocional ¿Tarde es el suceso o como lo asimilamos?

Aunque mi vida se premió con dolores, nunca dejó de ser feliz. Esas primeras personas que apoyaron mis pasos, un día desconocido decidieron alejar sus caminos sin medir riesgos, sucesos o castigos.

Sin embargo, en ese preciso momento la vida tomaba el rumbo que mejor le parecía, pasé por llanto, dolor, hambre, soledad… Hasta agonía. Todas mis frases culminaban en la esperanza de lo que no sucedía.

Pero aún… Eso no quebrantaba mi fe.

Joven y sin experiencias era señal de guardar mis comentarios (aunque estos fuesen mejores que las demás opiniones). Dios, fue el primer refugio que visité, luego acudí al conocimiento y próximamente a la escritura; escritura que iluminó mi pensamiento hasta arrastrarme consigo.

Redactar se convirtió en la vocación que hoy suspira conmigo ¿Se tardó? No… Yo me tardé en llegar a ella. Nadie tiene prisa, ni deja escapar lo que cree correcto. En este mundo quien sea pobre, solitario o no tenga nada; no es porque la vida lo haya escogido; sino, porque uno mismo lo ha permitido.

No existe mal momento, ni eterna posibilidad, aquello que no fuiste es por algo que dejaste de hacer y quien no guarda un bonito recuerdo; simplemente está muerto.

Sonríe aunque mueras, llora aunque no puedas… Vive aunque ya no estés aquí. Hoy es más tarde que ayer; por ello, ama tu mundo hasta fallecer. Q.D.T.B